Hace un año que la realidad aumentada se coló en nuestras vidas de la mano de Pokemon Go. Con ella descubrimos un nuevo mundo de posibilidades a nuestro alcance, la manera más sencilla de unir el mundo virtual con el real y disfrutar de ambos. Y lo mejor está por llegar.
Hasta hace muy poco muchos no diferenciábamos la realidad virtual de la aumentada pero, sus aplicaciones son completamente diferentes. Mientras que la realidad virtual trata de introducir al usuario en un universo completamente diferente e irreal, la realidad aumentada muestra el mundo tal y como es pero con información añadida.
Esto puede resultar muy útil en diversos ámbitos, como la industria o la construcción, donde, con una simple Tablet o móvil podemos tener información inmediata y a nuestro alcance sobre lo que estamos trabajando.
Además esta tecnología nos permite crear manuales interactivos directamente sobre el producto o dar un servicio técnico a distancia impecable.
Con la realidad aumentada, tu imaginación no tiene límites. Imagina un libro de texto que enseña a los niños como eran en realidad los dinosaurios o como es el sistema solar, plantillas de dibujos que convierten sus pinturas en realidad a través de una pantalla o los cuadros de un museo explicando quien son y su historia de forma amena. Todo es posible.
Ahora, vamos a llevárnoslo a nuestro terreno. ¿Puede la realidad aumentada ser lo suficientemente creativa como para sorprender en el mundo de la publicidad y la comunicación? Creemos que si.
¿Estas en casa? Corre, busca el catalogo de Ikea. Seguro que lo tienes atesorado entre las revistas del salón. Mucha gente no lo sabe pero, este catalogo es uno de los mejores juguetes que puedes encontrar en tu buzón. La realidad aumentada te ayudará a definir que muebles entran en tu casa, casi sin medir.
Un catálogo es una gran idea, pero no tiene porque ser la única.
Imagina que tu tarjeta de visita enlazara directamente a tu web o redes sociales. O que solamente con pulsar un botón tus clientes pudieran llamarte sin tener que apuntar tu número.
Un simple código QR puede hacer que tu anuncio cobre vida en cualquier revista. La etiqueta de tu producto puede mostrar un libro de recetas interactivo o los carteles de una inmobiliaria pueden mostrar sus planos en 3D al mundo.
Imagina esto y mucho más porque todo depende de los ojos (o dispositivos) con los que se mire ¿verdad?
